Algunos días entro y algunas noches salgo
como una vieja sacerdotisa
para beberme las ausencias y seguir en la sed.
Algunos días vuelvo
y al transponer la puerta
otro cuerpo me espera con mi nombre
entonces
dejo el fuego de mis ojos
y comienzo a desnudarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario