Los que soñamos con el amor
y entregarlo sin tregua ni cenizas...
No podemos mirarnos
pero nos enviamos palabras sedientas
y somos el espejismo del quejido...
Mientras los días se adormecen nombrándonos.
Pero toda nuestra historia está cifrada en la memoria
de los ángeles en celo desesperado y febril...
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